El antifouling es imprescindible para la salud y el rendimiento de los barcos, ya que previene la proliferación de algas y microorganismos marinos en el casco.

La proliferación de estos organismos depende de varios factores, como la radiación solar, la temperatura, de los nutrientes del agua y su salinidad.

Dependiendo de los puertos o de distintos lugares, puede haber incrustaciones más o menos intensas, que afectan el casco en diferentes zonas. Un casco sucio implica lentitud y un mayor gasto de combustible.

Sin embargo, aplicar una pintura antifouling, de manera regular, evitará todas las desventajas que pueden surgir y permitirá disfrutar de una buena navegación.

El antifouling ayudará a ralentizar el crecimiento de algas y organismos marinos, actuando como barrera, y mejorará la velocidad y el rendimiento, ya que hay mayor flujo de agua alrededor del casco.

Mejora el consumo de combustible.